sábado, 9 de octubre de 2010

Nunca es tarde para aprender.

El saber no ocupa lugar, y nunca es tarde para aprender algo en la vida sea lo que sea. No es muy frecuente pero la vitalidad de algunas personas llega hasta límites que seguro que todos quisiéramos alcanzar, yo por lo menos. Tenemos que valorar lo que tenemos, dado que por ejemplo; años atrás nuestros abuelos tuvieron que vivir lo que les tocó, y no lo que quisieron y nosotros ahora podemos elegir lo que queremos.

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